jueves, 27 de mayo de 2010

El día de conocí a Gyenes




Quién me iba a decir al cabo de los años, y dedicando mucho tiempo a la fotografía, que un día tuve la ocasión de charlar con Gyenes, ese gran fotógrafo de retratos de estudio en los años 50.

Antes de casarme allá por los 90 paseaba por la Gran Vía de Madrid buscando un mantel bonito para tenerlo de ajuar, y como coqueta que soy deseaba tener algún día fotos de estudio, pero fotos bonitas, con estilo, un book, que cuando fuera mayor, pudiera volver a verlas y admirar el buen trabajo del fotógrafo que me las hiciera. Pues bien, paseaba por la Gran Vía me quedé mirando el bajo de una tienda, al lado un cristal y dentro unos retratos fantásticos, irradiaban glamour, eran bellezas y no eran famosas, así que pensé en subir y preguntarle que me costaría hacerme unas fotos. Ni que decir tiene que yo por aquel entonces no tenía ni idea de quién era ese fotógrafo.

Llamé al timbre y me abrió un señor mayor, muy educado y amable. Me invitó a pasar, nos sentamos en una salita oscura y llena de obras de arte, fotografías e instrumentos de música.

Me preguntó que quería, le dice que deseaba un book, unas fotos en las que saliera muy guapa y que me iba a casar, quería hacerle ese regalo a mi futuro marido.

El sonrió y sin decirme nada de precios, se levantó y sacó un álbum y algunas revistas. Me dijo que estaría encantado de hacerme esas fotos, que daría muy bien a a la cámara, me mostró algunas fotos de actrices famosas, algunas fotos que le hizo al rey y a gente famosa del deporte y yo comencé a preocuparme, o más bien a desanimarme, ya que estaba delante e un artista y que no cobraría poco dinero.

Yo iba en vaqueros y una camiseta, no se siquiera si iba bien peinada, pero me sentí como si fuera una princesa.

Le dije que para mi era algo inalcanzable, y eso que no habló nunca de dinero. Lo que si me dijo fue que debía hacer unas fotos de la "pedida", que esas fotos suelen pagarla los padres y que como regalo de boda me haría un retrato de estudio.

Yo no sabía como decirle que no, no era de la "alta sociedad" ni siquiera iba a hacer una cena de pedida, cuanto menos una fiesta como él pensaba que había que hacerla y a lo que estaba acostumbrado.

No quise hacerle ver que había perdido su tiempo, y me despedí diciéndole que había sido un placer compartir ese charla y que hablaría con mis padres, aunque no sabía si ellos estarían de acuerdo en el reportaje fotográfico.

No le volví a ver, luego me enteré que falleció en el 95.

Una pena no haber tenido dinero para hacerme esas fotos, ahora no solo diría, charle con el maestro Gyenes, diría, tengo un retrato del maestro Gyenes.