24 horas

24 horas en un hotel rural dan para mucho, sobre todo si no te ha costado un duro.

Mi pareja y yo, debido a circunstancias, hemos conocido algunos de esos hoteles que están perdidos en un pueblo, que dicho sea de paso no tiene nada, 4 casas mal puestas y el entorno tampoco es para echar cohetes.

Hablo de hoteles rurales no de Casas Rurales que es otra historia..

Pues bien, este hotel rural, situado a 40 minutos de Madrid, tenía muy buena pinta, bar de diseño, habitaciones acogedoras, con amenities variados... todo bien hasta que fuera del hotel no había nada que ver, solo un viento de 80 km/hora por lo que tienes que recluirte en la habitación durante la tarde hasta la hora de la cena.

Cuando pasas mucho tiempo en una habitación así, comienzas a sacarle peros y si la dueña es una pija ya vas afilando los dientes... ya que no te ofrece ninguna actividad que no sea beberte toda la cerveza del bar.

Bien, nada más entrar a ver la habitación sentimos frío, pero no hay problema, hay una bomba de calor, que si no estás en la habitación pues se caldea, pero que fatalidad, teníamos que estar dentro y la bomba de calor daba directamente en nuestras caras ya que la habían situado justo enfrente de la cama y dado las mínimas dimensiones de la estancia, se hacia insoportable.

Llega el momento de usar el wc, que curioso, todo redondito, de diseño claro, pero diseñado para personas que midan mas de 1,70, ya que a mi me colgaban las piernas, entre eso y que era para gente que tiene culos minúsculos imaginaos la sensación de culo gordo de la que me fui de allí.

Bueno vale, teníamos pantalla plana, pero curiosamente no se veía ninguna cadena excepto el Canal 24 horas de noticias por lo que llegó un momento que nos parecía que el tiempo no pasaba, a lo pelicula "atrapado en el tiempo"... y cada vez que decían lo de ciclogénesis, el tejado de la casa temblaba... hay que miedo cuando se fue la luz.. si siquiera podíamos ver las noticias..

Por fin dan las 9 y podemos cenar. Claro, no había nada en el pueblo, así que no nos quedó mas remedio que cenar allí con menú, que no estaba mal, pero un poco caro. Lo mejor de todo es que como nosotros había 2 parejas mas, que lo mismo llevaban ya 48 horas, de ahí que se dieran a la bebida, y esto no lo digo por decir, si no porque uno de ellos no paraba de reirse en todo momento y de tirarse la cena encima, con el consiguiente mosqueo de su pareja, y bien fuerte fue el mosqueo, que ella se subió a la habitación y a la media hora sentimos aporrear la puerta de los vecinos, y claro, cotilla que es una bajé el volumen de las noticias para aprovechar ese momento de diversión que se nos presentaba.."Cariño abre por favor...abreee, que estoy mareadooo, abre cariñooo, pon pon pon, abreeeeeee eeeee eeee, clon" y le abrió.

Que caras esta mañana en el desayuno, no nos miraban, pobres, una noche para disfrutar viendo las noticias y se debieron dormir pronto ....